No es un azar si Fidela, originaria del Perú, ha empezando por hacer crecer ciertas hierbas aromáticas como la ruda, y el año siguiente una profusión de tomates, a sabiendas que el tomate es originario de la región en que nació.
La historia de estas dos plantas de ruda en el Biohuerto de La Navata - Enero 2013
Cuando llegue a esta zona de La Navata y nos iniciamos en el Biohuerto Educativo, mi generosa madre Ana, me decía constantemente que sembrara Ruda –hija la ruda es muy buena, protege la casa de las malas energías- .
Como yo no le sabía dar razón, de donde conseguir semillas para sembrar, ella tomo la iniciativa y me las envió desde Lima-Perú.
En el año 2007, Legaron semillas de ruda hembra y ruda macho, para mí fue toda una sorpresa descubrir que existían estos dos tipos de ruda.
Mas o menos a inicios del 2008, realice la primera siembra de las rudas, el resultado fue negativo. Pensé en un primer momento que el clima no era el mismo que en Perú y que quizá no deba seguir. Mi madre me insistía que vuelva a intentarlo que esta planta es muy agradecida que no necesita mucho cuidado… En el segundo intento paso casi lo mismo, la planta solo creció a casi 15 cm. En el tercer intento fue cuando al fin prendió solo la planta de la siembra de ruda macho, luego como al año se sembró nuevamente ruda hembra y al fin acepto seguir.
Ahora como pueden ver en las tomas, en el Biohuerto tenemos plantas de ruda macho y ruda hembra.
Así, después de todo este tiempo disfrutando de los olores y demás propiedades de nuestra amiga, tengo que decir que Ana tenía razón. La ruda es una planta agradecida que no necesita que uno esté todo el tiempo pendiente. De vez en cuando hay que remover un poco su tierra a casi diez centímetros del tallo, regarla lo necesario y dejarla que sola pase el tiempo.
Ana me decía: hija no la engrías demasiado solo cuidala de vez en cuando.